(Sermon predicado en la IEL VIda Nueva)
Serie: Nuevo año.
Título: Un llamado a Regocijarse en el Señor.
Texto: Filipenses 4:1-5
Introducción: Cuando Pablo escribió esta carta. Fue dirigida a una
Iglesia en una ciudad llamada Filipos. Pablo estaba finalizando su encarcelamiento
de 2 años en Roma, el escribió esta carta en el año 61 D.C. Aprox. Pablo fundo
una Iglesia en Filipos en su segundo viaje misiones, fue la primer Iglesia
fundada en Europa. Pablo al predicar el evangelio en esta ciudad, una mujer
rica se convirtió a Cristo, era Lidia, quien era comerciante. Quizá la Iglesia
comenzó con ella, y esto es lo más probable. Cuando Pablo sigue predicando en
esta ciudad, se encuentra a la adivina, la mujer endemoniada, que fue liberada
por Dios. Esto causó que Pablo y Silas, quien le acompañaba, fueran azotados y
encarcelados. Pablo y Silas fueron libres por un repentino terremoto. Pero allí
no solo ellos fueron libres, sino también el carcelero, y eso abrió la puerta
para que el poder del evangelio entrara a su casa. Los Cristianos en Filipos
eran muy generosos, debido a que la ciudad gozaba de relativa riqueza, esa
Iglesia apoyaba al Apóstol monetariamente cuando les era posible, también
apoyaban a la Iglesia de Jerusalén! Cuando el Apóstol Pablo fue encarcelado en
Roma, la Iglesia de Filipos se enteró y rápidamente apoyaron al Apóstol Pablo
con dinero y aun enviaron a un hermano para que le apoyara en la cárcel, este
hombre se llamaba Epafrodito. Desafortunadamente en el camino a Roma,
Epafrodito sufrió una enfermedad que casi lo mata. Entonces Pablo decidió
enviar a Epafrodito de regreso a Filipos, y así fue como Pablo envió esta carta
a la Iglesia, por medio de Epafrodito. Los propósitos de Pablo hermanos al
escribirles esta carta, se pueden resumir así: El primer lugar el Apóstol Pablo
quería agradecerles por su amable ofrenda para sus necesidades. En segundo
lugar quería explicar la razón por la cual regreso a Epafrodito, para que ellos
no pensaran que si servicio fue en vano. En tercer lugar también quería
informar de sus circunstancias en Roma. Y en último lugar su propósito al
escribirles también incluía una exhortación a la unidad y al cuidado de los
falsos maestros.
EL capítulo 4, está dentro del
propósito de llamarlos a la unidad. Este llamado del Apóstol incluye exhortaciones
muy precisas a la Iglesia. Incluye exhortaciones para nosotros en estos
tiempos. Demos una lectura más a los primeros 7 versículos de este capítulo.
Filipenses 4:1-7: 4:1 Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y
corona mía, estad así firmes en el Señor, amados. 4:2 Ruego a Evodia y a
Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. 4:3 Asimismo te ruego también a ti, compañero
fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio,
con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el
libro de la vida. 4:4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo:
¡Regocijaos! 4:5 Vuestra gentileza sea
conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Hermanos en primer lugar, tenemos
que recordar que:
1.-Regocijarse en el Señor implica Amor fraternal, estabilidad y amor por
la Iglesia. V.1 (4:1 Así que,
hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el
Señor, amados.)
El llamado primordial que
encontramos en este texto es hacia la comunidad, llamada Iglesia. Es un texto
que Pablo dirige a la Iglesia, a los cuales el llama, hermanos míos amados y
deseados. De manera opuesta déjeme decirle que una Iglesia que no tiene interés
por sus hermanos, es una Iglesia que no tiene amor fraternal. Esto da como resultado
falta de gozo entre los hermanos, lo cual afecta la comunicación afectiva entre
cada uno de los que pertenecemos a la Iglesia. En otras palabras la Iglesia no
marcha bien!
-En una Iglesia así no hay Gozo ni
mucho menos razones para estar juntos, es simplemente una reunión monótona
donde intentamos reunirnos por causa de Dios, Ahora esto no simplemente afecta
a la Iglesia, sino que también ataca la presencia misma de Dios en la Iglesia. ¿Cómo
Dios va habitar en una Iglesia donde no hay regocijo en El? Porque si no hay regocijo
entre hermanos no hay regocijo con Dios! Hermanos si no puedo yo amar a mi
hermano que veo, ¿cómo puedo amar a Dios que no veo? Mire lo que dice la Biblia
en 1 Juan 4:20-21: 4:20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es
mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a
Dios a quien no ha visto? 4:21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El
que ama a Dios, ame también a su hermano.
Regocijarse en el Señor, incluye el
afecto, el amor por la Iglesia, que es la esposa de Cristo. Amor entre los
hermanos, el llamado es para ti, el llamado es para mí. Esto incluye
interesarnos por nuestra vida, y por la vida de los demás, esto es para
apoyarnos mutuamente, porque esto causa gozo. Pablo estaba encarcelado, el
sospechaba su muerte. ¿Cómo puedo llamar al Gozo cuando me encuentro en una
situación tan difícil? Déjeme especificarle esto. El regocijo en el Señor
incluye una Gozo en las dificultades que se nos presentan. De manera que ni la
muerte, ni las enfermedades, ni los problemas, ni las calamidades, ni las penas
de esta vida, nada no puede quitar el gozo en el Señor. El llamado a
regocijarse en el Señor es tan fuerte que debemos de hacerlo en tiempo más
tristes, porque como creyentes nos dependemos de las circunstancia de la vida,
sino0 del Señor. Dependemos del Señor. Si el Apóstol Pablo estuviera confiado
en la Iglesia de Filipos para tener Gozo, no tuviera nada de gozo. Regocijarse
en el Señor implica regocijarse en Dios. Él es nuestro Señor.
En Segundo lugar:
2.- Regocijarse en el Señor implica armonía entre nosotros. V.2-3. (4:2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean
de un mismo sentir en el Señor, Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel,
que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con
Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el
libro de la vida)
Como creyentes en Cristo, el
pertenecer a una Iglesia a veces es difícil porque esto incluye pertenecer a
una comunidad de creyentes. Entre nosotros puede haber problemas. Estos
problemas pueden hacerse personales. No pensemos que la Iglesia de Filipos era
la única. En esta Iglesia había dos hermanas llamadas Evodia y Síntique, que
quizá tuvieron un roce personal, que las llevo a estar separadas o enojarse,
pero aunque no toca detalles aquí. Esto estaba causando problemas en la
Iglesia. El llamado a Regocijarse también incluye armonía entre nosotros. Como
puede haber gozo si están algunos de aquí enojados. Y a veces el enojo incluye
cosas tan insignificantes. Tenemos que cuidar la armonía entre nosotros. Las
peleas entre los hermano destruye el testimonio de la Iglesia. Como una
familia, va haber problemas. La exhortación que te hago es como lo manejas.
Unos pequeños consejos: Si tuviste un problema con tu hermano o hermana, HABLA
CON EL O ELLA. Si eres perfecto no hable, eso también indica que eres orgulloso
y los orgullosos no le agradan a Dios. Si no tienes humildad para reconocer tus
errores, mucho menos tendrás humildad para pedir perdón. Para finalizar este
consejo, siempre tienes que pedir perdón y siempre tienes que perdonar. Eso es
parte de ser cristiano. Ahora si algún problema no se arregla después de
hablarlo de manera personal, hable con el PASTOR, y resuelvan este conflicto
con ayuda de otros y la confianza en Dios. Hermanos la armonía entre nosotros
es la base para que podamos demostrar el gozo. No puede haber gozo si no hay
armonía.
Ahora dentro de este segundo punto,
podemos decir, que la armonía entre nosotros, también es una ayuda colectiva,
una ayuda de comunidad, una ayuda espiritual entre cada uno de nosotros. El
verso 3 dice: Asimismo te ruego también a
ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el
evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres
están en el libro de la vida.
-Ayudes a estas- Hermanos la
responsabilidad de ayudarnos mutuamente, es para cada uno de los miembros de la
Iglesia. Es un nuevo año que empezamos. Empecemos este año haciendo todo bien
para el Señor. El primer llamado es que no regocijemos. Tomémoslo con seriedad.
Amen. Algunos creen que la responsabilidad de ofrecer ayuda espiritual solo es
del pastor, esto no es del todo verdad, también la Iglesia, los hermanos, somos
responsables de ayudaron mutuamente en las pruebas en la dificultades. Lo mismo
que el Apóstol dice en este verso 3. Otra manera de ayudarnos, es hablando con
los líderes o el pastor de algún problema que miramos; ¡ahora esto no es
chisme! Estamos preocupados por nuestros hermano, esto incluye ser honesto y
hablar la verdad! Alguien puede venir conmigo y decirme: Pastor mire a
Clorofilo en un lugar prohíbo, y quería informarle. Eso no es chisme para mí!
Es honestidad! Alguien podría decir, el no tiene derecho de decir esto o
aquello. Claro que tiene, es tu hermano es Cristo. Así tengamos amor unos con
otros y digamos la verdad. Ayudándonos en la medida posible.
En tercer Lugar:
3.- Regocijarse en el Señor implica gozo continuo y amabilidad con todas las personas. V.4-5 (4:4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra
vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza
sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca)
Hermanos el regocijarse en el Señor
también implica hacerlo fuera de estas paredes. Este llamado también nos empuja
al mundo, ¿Cómo nos conducimos con la gente afuera? ¿Cómo te conduces con tu
familia que nos es creyentes, con desprecio
o con gentileza?
Este gozo tiene que ser visto por
los demás.
El llamado a regocijarse en el señor incluye: Amor
fraternal, estabilidad y amor por la
Iglesia. También armonía entre nosotros. Y por último un gozo continuo y
amabilidad con todas la personas.
Un llamado contante en la Iglesia, para todo tengamos gozo y respondamos en obediencia a este gran llamado.
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