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Un llamado a no afanarse. Filipenses 4:6-7. Ps. Michel Fuentes


Serie: Nuevo año
Titulo: “Un llamado a no afanarse”
Texto: Filipenses 4:6-7  Audio: Un llamado a no afanarse.

Introducción: Uno de las características que han marcado la época pos moderna en la que vivimos es que la palabra estrés y ansiedad son palabra que usamos a diario para referirnos a como las circunstancias o personas alteran nuestro ser de manera que nos hace estar ansiosos y desesperados. Aun entre nosotros como cristianos, el afán puede ser una de la más grande barrera para confiar en Dios. El afanarse es claro enemigo de nosotros. El domingo antepasado cuando pudimos ver los primeros versículos de este capítulo, vimos que hay un fuerte llamado a Regocijarse en Señor, y al menos podemos entender porque.

En primer lugar hermano recordemos que regocijarse en el Señor implica amor fraternal, estabilidad y amor por la Iglesia. V.1 (4:1 Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.) Pablo les recuerdo esto a la Iglesia de Filipos y nos hace considera esto con seriedad. Vimos también en segundo lugar que regocijarse en el Señor también implica armonía entre nosotros. V.2-3. Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor, Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. La armonía entre nosotros dará claridad en que nos estamos regocijando en el Señor. Y ya por ultimo vimos que Regocijarse en el Señor implica gozo continuo y  amabilidad con todas las personas. V.4-5 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!  Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.  De manera que estas tres divisiones del texto llegan a recordaron el gran llamado a Regocijarnos en el Señor y hacerlo de manera adecuada.
Ahora bien, este día veremos los versos 6 y 7. Leamos esta parte. 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Se nos dice que no estemos afanosos por nada, pero en esta vida tan preocupante, ¿Cómo no afanarse? Como podemos dejar de afanarnos en una vida que es tan preocupante! Déjeme le explico. EL texto dice que no nos afanemos por nada! Venga lo que venga no te preocupes! Pero la clave del texto es comprender lo que el Apóstol Pablo quiere comunica! Él no quiere solo decir, ¡NO se afanan! Les dice que no se afanen con nada! Pero que hagan conocer sus peticiones delante de Dios. Pero no solo eso, sino también en cada oración y añadido a esto, con ruego. Pero además el Apóstol añade, con acción de Gracias.
Ahora déjeme explicar esto comprendiendo el interior de estos versos, y la intención del Apóstol. Con esta predicación titulada: Un Llamado a no afanarse.

EN primer lugar encontramos:

1.      }EL PROBLEMA FUNDAMENTAL DEL LLAMADO. V.6(A)- POR NADA ESTÉIS AFANOSOS…
Cuando Pablo sigue escribiendo a los filipenses él va directo al grano. El empieza con el problema: El afán o la ansiedad. Hay un grupo de aquí de la Iglesia al que este versículo les queda muy bien: Los niños. Los niños parecen vivir sin ningún tipo de afán. La expresión que se traduce estar afanosos, también podría traducirse como “sentir ansiedad” o algún sinónimo como: preocupación, o angustia. Viene de una palabra griega que es una palabra combinada de 2 raíces, la primera raíz quiere decir “dividir” y la segunda raíz “mente”. Así que la ansiedad o el afán según el concepto del Nuevo Testamento es tener una mente dividida. Una mente dividida entre pensamientos legítimos y pensamientos destructivos. La expresión que Pablo usa aquí es igual a decir: “No se inquieten por nada”, “no se aflijan por nada. Esta palabra la uso Cristo cuando le dijo a Marta: Afanada y turbada esta con muchas cosas” Esto en Lucas 10:41. Todos tenemos que lidiar con los asuntos de la vida, y tenemos que luchar con eso. Muchos estudios se han hecho para comprender el afanan o la ansiedad en las personas, pero casi todos están de acuerdo que el 90% de las aflicciones no son reales. Cuando nosotros nos afanamos esas cosas actúan en nosotros como si en realidad hubieran sucedido.
Las personas con desorden mental, sufre eventos que nos son reales como si fueran reales. Esto hace que las personas pasen por alguna situación imaginaria como real. Sufren el afán como si en realidad hubiera pasado, de manera que su cuerpo reacciona como si lo imaginario fuera una realidad. La ansiedad toma prestado los problemas de mañana y los hace experiencia del día de hoy y no hay razones para esto, especialmente en la vida del creyente. Ahora bien, esto también para a los creyente.

2.      LA RECETA DEL LLAMADO: LA ORACIÓN. V.6 (b) sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Pablo está diciendo, no se afanen por nada, pero si oren por todo, tenemos que aprovechar toda la energía que la ansiedad nos quita y debemos de dirigirlas a Dios en oración. En una edad de relativismo Dios es el único que puede escucharnos en oración.

Pablo usa 4 palabras diferentes para recordarnos esto en este pasaje.

a)      Oración: Esto es toda conversación hacia el padre y esto debe de hacerse en reverencia. Ahora, aun dentro del pueblo cristiano, muchos cuando oramos no lo hacemos en reverencia a Dios. Ora con reverencia de corazón. En el tiempo de ansiedad debemos de acercarno0s al padre.
b)      La segunda palabra es ruego: Esta palabra significa suplicar. El verbo de esta palabra es querer. Así que se trata de alguien que viene y pide. De manera que nos acercamos a Dios en oración reverente y en ruego, esto es quiere hacerlo. Esto se trata de alguien que ora y pide. Dios está listo para ayudarnos pero alguien tiene que pedirle.
c)      La siguiente palabra es peticiones. He notado que los creyente tenemos problemas para orar de manera específica, porque hemos desarrollado maneras generales de orar. Algunos oramos y decimos: Señor bendice a todos los misioneros. Eso suena bien, Pero debemos de orar por misioneros por nombres. Algunos podemos decir: Señor ayúdanos a amarnos unos a otros. Pero mis hermanos, tenemos que orar de manera específica: Señor, ayúdame a amar a Juan, a Pedro, a Amalia. La petición se vuelve general, cuando no somos específicos. Mis hermanos la receta que Pablo nos da para el afán y la ansiedad es la oración. Nos hemos equivocado en la manera que oramos. Es muy diferente hermanos decir: Señor bendice a mi familia por favor. A decir: Señor estoy preocupado por mi esposa, permíteme amarla en este tiempo duro, Señor sabes también que me preocupa mi hijo. Tiene algunos problemas en la escuela y sabes la impotencia que siento de no poderlo ayudar, extiéndele la mano y dale gracia para que pueda permanecer en ti a pesar de las tentaciones en la escuela. Hermanos les repito, hemos desarrollado una manera muy general de orar, que no tiene mucho efecto, desde mi punto de vista. Con esto quiero decir que no somos específicos en la manera que oramos. Un consejo para aprender a orar especifico, es leer los salmos, y específicamente como David ora a Dios y como lo hace de manera específica.
d)      La cuarta y última palabra es: con acción de gracias. Ahora esta es la última y más importante palabra. V.6. La palabra importante en esta oración es: con. Vamos a leer el verso 6 otra vez. La acción de gracias es la base de todo lo que hagamos en esta receta. De manera que como quiera que ore, de manera general o de manera específica, en reverencia al padre o suplica a Dios, o simplemente queriéndolo hacer, debemos de hacerlo con acción de gracias. Todo tiene que hacerse con acción de gracias. Esto quiere decir que debemos asegurarnos que cuando oramos en cualquier situación es hacerlo con acción de gracias. Cuando las oraciones de nosotros son con acción de gracias, nos damos cuenta que lo más maravillo que tenemos es Dios. En la situación más difícil, la muerte, podemos estar agradecido. Que es lo peor que nos puede pasar en esta tierra? La muerte. Pero aun en ese momento cuando oramos en acción de gracias, lo terrible se vuelve una razón para agradecer a Dios.
Hermanos en un lecho de muerte el afán puede llegar a ser nuestro peor aliado. Pero estando en Cristo, el afán no se nos permite, sino se nos llama a tener acción de gracias, y esto es porque tenemos vida eterna. Debemos ser agradecidos aun en esta situación porque la esperanza de la visa eterna es más grande que la aflicción que la muerte trae.

Si hacemos un resumen de este texto, podemos conectar el verso en esta simple oración. No se afanen por nada, oren por todo, y den gracias en todos.

Así que el problema es el afán. La receta es la oración en todo con acción de gracias.

3.      LA SEGURIDAD DEL LLAMADO. V.6. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Que mayor seguridad tenemos en Dios que si propia paz. Una paz tan increíble que ni siquiera lo podemos imaginar. Esta paz de Dios sobrepasa nuestro entendimiento. Este verso es la finalidad del llamado a no afanarse, porque nos asegura que Dios se encargara de guiarnos y darnos paz, pero termina de una manera que nos brinda una seguridad eterna. El texto termina diciendo, guardara vuestros corazones en Cristo Jesús.
De esto modo la paz de Dios, solo la que el da, al hacer fruto con nuestra oración y la confianza en Dios no solo calmara todos nuestros temores sobre el futuro, sino que también ayudara a desvanecer todas las dudas que pueden surgir durante los tiempos de mucho afán. Y esto también es una seguridad en la Iglesia, porque añadido a esto, Dios guarda nuestro corazón en Cristo. Esto permite que no nos desviemos.
Ahora bien, hay 2 implicaciones de esta seguridad del llamado en la primera parte del texto.
-La primera: La paz que sobrepasa nuestro entendimiento no significa que no la podamos comprender. Esto más bien significa, que esta paz supera todos los esfuerzos, todos los cálculos y todas las preocupaciones que el entendimiento puede imaginar e intentar poner en práctica en intentar poner en paz el corazón y el propio pensamiento. Dicho de otra manera, la paz de Dios nos da la calma suficiente para que nuestro débil corazón y nuestros turbios pensamientos estén seguros y confiados en Dios.  
-La segunda implicación: La paz que sobrepasa nuestro entendimiento es necesaria para que podamos tener calma. Hermano si nosotros no tenemos esa paz de Dios nada podrá clamar nuestro afán. La paz de Dios es la una alternativa que tenemos en nuestro vida para permanecer en calma. Ahora esta es la mayor seguridad. Es necesaria para nosotros.
Para finalizar este texto el Apóstol Pablo se asegura se recordarnos el amor de Dios y la seguridad que tenemos en él, esta es la promesa: Guardara vuestros corazones en Cristo Jesús. Así sea!



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